La masa de la pizza es la más fácil y sencilla de todas las masas. Esta es perfecta. Mi consejo es que la hagáis unas horas antes de servirla, ya que necesita mucho tiempo de reposo.
Ingredientes:
200 g de harina para pizza o harina de fuerza para pan.
1 1/2 cucharadita de levadura en polvo.
1 cucharadita de sal.
175 ml de agua templada.
1 1/2 cucharada de aceite de oliva.
Elaboración:
Precaliente el horno a unos 120ºC.
Tamice la harina en un bol, añada la levadura y la sal, y haga un hoyo en el centro. Mezcle el agua con el aceite, viértalo en el hoyo y vaya mezclándolo con la harina poco a poco con una cuchara, hasta obtener una masa pegajosa.
Enharinese las manos, espolvoree la encimera con harina y trabaje la masa unos 10 minutos, hasta que quede homogénea y elástica.
Apague el horno. Meta la masa en el bol con harina (para que no se pegue), tápelo con un trapo o paño de cocina y métalo en el horno durante una hora aproximadamente.
Cuando haya pasado el tiempo de reposo precaliente el horno a 220º y vuelva a enharinar la encimera y el rodillo, extienda la masa y dale forma. En la bandeja donde vaya a cocinar la pizza extienda con una servilleta un chorrito de aceite y coloque la masa con los ingredientes que haya seleccionado.
Una vez lista la pizza la métala en el horno durante 20-30 minutos.
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